Créditos rápidos: cuando lo ‘fácil y urgente’ se convierte en un agujero sin fondo
De lo inmediato a lo impagable: la cara oculta de créditos rápidos
¿Te imaginas pedir 200 €, que te los presten al instante… y acabar debiendo mucho más? No es broma: los llamados “créditos rápidos” o microcréditos se han convertido en una auténtica bomba para muchos consumidores. Algunas entidades ofrecen préstamos con TAE que superan el 5.000 %.
¿Cómo hemos llegado a esto?
Se trata de importes pequeños —normalmente entre 50 y 1.000 €—, y se venden como la solución perfecta si necesitas liquidez ya. Se publicitan en la televisión, en internet, en redes… y atraen a los usuarios con un gran gancho: “préstamo rápido, sin papeleo, respuesta inmediata”. Pero el truco está en la letra pequeña, además muchas de estas entidades no están reguladas por el Banco de España.
Al ser tan sencillo, cómodo y rápido pedir un microcrédito de estas características muchas personas confían y comienzan a pedir créditos y créditos y nunca terminan de pagar la deuda debido a los elevados intereses.
Estas entidades suelen operar desde fuera de España o son poco transparentes, lo que hace más difícil el poder controlarlas.
- No se hace un estudio real de la solvencia del solicitante, se presta el importe, aunque no se compruebe si se puede devolver fácilmente.
- Cuando no pagas a tiempo, o decides prorrogar, los intereses se disparan: una renovación, o un impago, puede convertir esos 50 € en cientos o incluso miles de euros de deuda.
- No existe un registro nacional para estas empresas, por lo que es difícil saber si son entidades “serias” o meros prestamistas de alto riesgo.
La regulación está llegando pero lentamente
Se ha realizado una propuesta por un grupo parlamentario que consiste en una iniciativa para regular estos microcréditos: reclaman definir qué es y en que consiste un “préstamo abusivo”, crear un registro de estas empresas y controlar su publicidad agresiva.
Además, desde Europa también se está actuando: la Directiva de crédito al consumo da margen a los estados miembros para poner topes a tipos de interés, algo que podría frenar estos excesos.
¿Qué derechos tienes tú como usuario?
- Revisa siempre el contrato: exige que te informen de la TAE y de los costes reales antes de firmar.
- Comprueba quién está detrás del préstamo: si la empresa no está registrada en España o no es transparente, hay motivos para preocuparte.
- Valora reclamar: si ya has tomado uno de estos préstamos y pagas intereses desproporcionados, podrías tener base para una demanda por usura. La Ley de Represión de la Usura de 1908 sigue vigente en muchos casos.
- Busca asesoramiento: un despacho especializado como Reclama Abogados puede ayudarte a analizar tu contrato y ver si puedes recuperar lo que has pagado de más.
Conclusión
Los microcréditos rápidos pueden parecer una solución temporal, pero en muchos casos esconden una trampa: tasas abusivas (TAE de miles de porcentajes), falta de regulación y ciclos de renovación que empujan a los usuarios a una deuda insostenible. Es fundamental que haya regulación, pero también que las personas sepan que tienen derecho a reclamar si han sido víctimas de estos abusos.
En Reclama Abogados creemos que ningún consumidor debe pagar con su dignidad por la urgencia del momento. Si te preocupa tu microcrédito, no esperes más: infórmate, analiza y reclama.


